octubre 12, 2007

“Cada hombre tiene la mujer que se merece”… ¡Algunos tienen suerte!

Reza el adagio que al lado de todo gran hombre hay una gran mujer. Creo que muchos hombres no se la merecen.

Mi querida Adelaida (sí, a la que le gusta que le canten al oído) me confesaba que está muy triste porque su mascota en turno había dejado de mostrar interés en ella.

Me relataba con melancolía lo mucho que extrañaba esas tardes que pasaban juntos; los detalles, mimos, caricias, atenciones que eran muy frecuentes hacia su persona por parte de la mascota.

Hacía alusión a la indiferencia que en semanas recientes mostraba su amado cancelando de último minuto las citas pactadas sin argumento de peso, cuando ella había dejado cosas de lado por estar con él; la molestia generada por preguntas de Adelaida a las acciones realizadas por el individuo; a la manera de cambiar las situaciones haciendo quedar a Adelaida como la causante del conflicto.

Pero lo que me indignó fue el relato de que Adelaida estaba pasando por unos días críticos: problemas de salud, familiares, económicos (al perro más flaco se le cargan las pulgas) y estaba sin recibir una sola llamada de la inmunda mascota para saber si ella necesitaba algo o se encontraba bien.

Habían pasado dos semanas y ella estaba sola en su problema, cuando siempre se la pasaba preocupada y tratando de resolver situaciones que el comodino de su mascota le pedía. No le bastaba esto, el susodicho le llamó para solicitarle una vez más su ayuda; Adelaida, toda amorosa, le comentaba que no podía ayudarlo ya que seguía sin resolver sus asuntos, y el muy cretino, lejos de brindarle apoyo, le reclamaba a Adelaida el que ya lo estaba dejando de querer y que era ese el motivo por el cual ya no le ayudaba y había dejado de verlo.

Si seremos mensas las mujeres… Pero mi instinto de Perfecta Cabrona salió a flote y le recomendé a Adelaida alejarse lo antes posible de esa rata inmunda, perdón, inmunda mascota, ya que ahí se notaba que no la quería ni tantito, y no es que yo quisiera que el tipo le diera dinero ni le resolviera el problema, pero creo que por lo menos debió haberse interesado en la situación que su novia estaba atravesando.

Una vez más le dije a Adelaida que por más enamoradas que estemos de un hombre, ante todo debemos de mantener nuestra dignidad y debemos aprender a valorarnos a nosotras mismas. Es bien claro que el individuo no la valora ni tantito, sólo la quiere para resolver sus necesidades, tanto físicas como económicas.

Y el problema no es cuestión financiera, sino simple solidaridad con tu pareja. En mi caso, si fuera un hombre que me amara y me tratara como lo que soy, una reina, yo lo mantenía sin problema.

Adelaida, dicen que: “Cada hombre tiene la mujer que se merece”. Tú eres una gran mujer, piensa: ¿Te merece?

Nota: Morgana, desde aquí te mando un fuerte abrazo y sabes que estoy contigo. Gracias por todo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que opinan de una mujer que aborta por que rer y teniendo casi todo en la vida