Es bien cierto que en las prácticas amatorias los sentidos se van utilizando de manera inconsciente, comenzando con la vista, pasando por el tacto, el oído, el olfato, pero el gusto, ahí sí que es algo especial.
Al hablar de sexo es indispensable hacer alusión a lo importante que son los sentidos. En las relaciones sexuales entran en juego factores íntimamente conectados a ellos. En la fase de la excitación todos los sentidos participan de maneras distintas.
Algunas personas se enfocan más en ciertos aspectos sensoriales y no es exagerado decir que sin alguno de los sentidos, la experiencia sería muy diferente.
Ahora nos daremos a la tarea de explorar el gusto.
La gran mayoría empleamos la boca y la lengua desde el inicio de la interacción sexual, comenzamos con besos breves y tiernos, y mientras la excitación aumenta los besos se vuelven más apasionados y la lengua empieza a hacer de las suyas.
En el arte de amar la lengua pasa a ocupar un lugar importante. En la mayoría de los casos la habilidad para actuar de ésta puede hacer la diferencia en el disfrute de las relaciones sexuales.
Es real que hay a quien no le gusta mucho lamer ni terminar ensalivado. Sin embargo, para otras es una acción que va por añadidura y más que bienvenida en el goce sexual. Y también existen quienes se complacen probando milímetro a milímetro del cuerpo de la otra persona.
Quizá, con esta práctica se llegue a adquirir un gran conocimiento de los sabores del cuerpo y se especialicen en algunos de éstos. No todas las partes del cuerpo tienen el mismo sabor ni la misma textura.
Es importante aclarar que los fluidos pueden echar para atrás a algunas personas, al tiempo que atraen a otras.
En mi punto de vista, el gusto es uno de los sentidos que más placer otorgan a la hora del sexo. El sabor es lo que te lleva a ese clímax de placer semejante a comer galletas de avena con nuez y arroz con leche. Quizá unas dulces fresas bañadas con chocolate fundido. Acaso un strudel de manzana con helado de vainilla.
Y a ti, ¿te gusta utilizar la lengua y los labios en una relación sexual?, ¿qué parte del cuerpo te gusta probar?, ¿qué sabores son agradables?, ¿los sabores son diferentes dependiendo de la persona?, ¿te gusta probar y que te prueben?, ¿te gusta el sabor de los fluidos corporales que se secretan en las relaciones sexuales?
Pero alguien más puede decir: ¿a qué sabe el sexo?
Al hablar de sexo es indispensable hacer alusión a lo importante que son los sentidos. En las relaciones sexuales entran en juego factores íntimamente conectados a ellos. En la fase de la excitación todos los sentidos participan de maneras distintas.
Algunas personas se enfocan más en ciertos aspectos sensoriales y no es exagerado decir que sin alguno de los sentidos, la experiencia sería muy diferente.
Ahora nos daremos a la tarea de explorar el gusto.
La gran mayoría empleamos la boca y la lengua desde el inicio de la interacción sexual, comenzamos con besos breves y tiernos, y mientras la excitación aumenta los besos se vuelven más apasionados y la lengua empieza a hacer de las suyas.
En el arte de amar la lengua pasa a ocupar un lugar importante. En la mayoría de los casos la habilidad para actuar de ésta puede hacer la diferencia en el disfrute de las relaciones sexuales.
Es real que hay a quien no le gusta mucho lamer ni terminar ensalivado. Sin embargo, para otras es una acción que va por añadidura y más que bienvenida en el goce sexual. Y también existen quienes se complacen probando milímetro a milímetro del cuerpo de la otra persona.
Quizá, con esta práctica se llegue a adquirir un gran conocimiento de los sabores del cuerpo y se especialicen en algunos de éstos. No todas las partes del cuerpo tienen el mismo sabor ni la misma textura.
Es importante aclarar que los fluidos pueden echar para atrás a algunas personas, al tiempo que atraen a otras.
En mi punto de vista, el gusto es uno de los sentidos que más placer otorgan a la hora del sexo. El sabor es lo que te lleva a ese clímax de placer semejante a comer galletas de avena con nuez y arroz con leche. Quizá unas dulces fresas bañadas con chocolate fundido. Acaso un strudel de manzana con helado de vainilla.
Y a ti, ¿te gusta utilizar la lengua y los labios en una relación sexual?, ¿qué parte del cuerpo te gusta probar?, ¿qué sabores son agradables?, ¿los sabores son diferentes dependiendo de la persona?, ¿te gusta probar y que te prueben?, ¿te gusta el sabor de los fluidos corporales que se secretan en las relaciones sexuales?
Pero alguien más puede decir: ¿a qué sabe el sexo?
1 comentario:
Mi estimada perfecta cabrona:
Una vez más me permito disentir en algunos detalles solamente. Cierto es que el placer del sexo es tan parecido al del contacto de una fresa con chocolate en nuestro paladar. Pero no creo que el sentido del gsto sea el que le dé ese clímas. Es más bien la reacción química de los cuerpos, la radiación, el contacto , latemeratura. Puede haber combianciones neutralizantes y otras explosivas, unas armónicas y otras de plano que generasn reacción en cadena. Mi corta eperiencia me hadado para saber que la rutina e el peor ingrediente del sexo y que la espontaneidad es el mejor elemento. No empieza con besitos, no. empiezas con grandes besos húmedos y violentos, sin posponer el contacto diirecto de piel a piel. Y ambientado con el sentido del oido, con los gemidos dle otro, las frases agresivas que se detonan en el acto. Algo así me han contado.
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