Es cierto que la tecnología ha venido a cambiarnos la vida. También ha cambiado muchos hábitos, como el relacionarte con la gente.
En una plática de cafecito, mi querida Adelaida, que no deja de gustarle que le canten al oído, me contaba de sus nuevas técnicas para conocer gente.
Adelaida me decribía a un amigo que encontró en esas páginas para chatear y si se puede enamorarse, Haragán 14 era su nombre de batalla.
Después de un tiempo de chatear con Haragán 14, en el cibersitio de sus encuentros, mismos que se tornaban cada vez más amorosos, la sugerencia para conocerse personalmente y pasar de este medio frío a un encuentro más cálido, los envíos de fotos y la curiosidad de saber si la persona con la que chateaban y la que habían visto en las fotos era como decían, los fueron llevando para concretar la fecha, el lugar y la hora de la cita.
Haragán 14 la invitó a su departamento para conocerse mejor, tenían muchos temas en común, política, deportes, cine, entre otras cosas, iba a ser un encuentro que dejarían llevar hasta donde ellos se sintieran cómodos, que no les creara conflictos.
Dispuesta Adelaida a conocer a su ciberamigo, acudió a la cita en el departamento de Haragán 14, él, como todo caballero que es, eso dice Adelaida, salió a recibirla al estacionamiento, la ayudó a bajar del auto y la dirigió hasta su departamento.
El encuentro fue un tanto distinto a lo que habían pactado, Haragán 14 había sentenciado con comerla a besos en cuanto la viera, no lo hizo, el impacto al verla lo dejó shockeado, se dedicó a observarla y a platicar con ella de todo, política, trabajos, deportes favoritos, equipos de futbol, etcétera.
La charla amena se prolongó y mi querida Adelaida no dejaba de pensar qué había desilusionado a su Haragán 14, no mostró ni una sola de las intenciones que le había sentenciado en el chat. Sólo se dedicaba a hacer preguntas y contestar las que le realizaba Adelaida.
Para cerrar con broche de oro el encuentro, cuando Adelaida se atrevió a preguntarle qué impresión tenía de ella y del encuentro en general, llegó el hermano de Haragán 14, uniéndose así a la charla y prolongándola hasta muy tarde.
Y así, mi querida amiga regresó a su casa pensando que había fracasado en su cibercita, que no había sido lo que Haragán 14 pensaba. Pasó la noche tratando de encontrar el error o de saber qué había hecho mal, se durmió sin lograrlo.
Al día siguiente se conectó con la esperanza de saber lo que había pasado... y lo supo.
El amigo Haragán 14 le confesó a mi querida Adelaida que lo había impactado a tal grado que lo hizo sentirse un hombre inseguro. Claro!!! Mi amiga Adelaida es mucha mujer y bella, cómo no iba a impactar a su amigo. Así que mi amiga atrevida se llevó un agradable chasco al enterarse de que su conquistador cibernético era más sensible de lo que parecía.
Y una vez más confirmo mi teoría, algunos hombres no saben o no quieren compartir con una mujer inteligente, profesionista, bella, pero sobre todo, no quieres enamorarse de una mujer así, les crea conflicto. Cómo no!!!!
Casa Nueva, Muebles Viejos
Hace 10 años
1 comentario:
Pues si, es mejor en persona, aunque esto es un medio para conocer solo un poco de la gente. Mejor en persona.
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